En tiempos de presupuestos limitados y cargas de trabajo crecientes, tenemos que ser más eficientes y eficaces en la forma en que organizamos y gestionamos nuestros proyectos. La gestión de proyectos es algo que todo el mundo hace de forma natural. Siempre que estás planeando una adición a tu casa, o coordinando una fiesta sorpresa para un amigo, estás gestionando un proyecto. La gestión de proyectos ayuda a alcanzar muchos de nuestros objetivos personales y empresariales.
Los proyectos surgen de problemas u oportunidades y son una forma de vida. Cuando se toma la decisión de hacer algo sobre un problema u oportunidad, se crea un proyecto y se le da a alguien la responsabilidad de llevarlo a cabo; un gerente de proyectos. Esa persona debe tener la capacidad de responder a las siguientes:
• ¿Qué sucede cuando se asigna un proyecto?
• ¿Cómo nos organizamos?
• ¿Cuáles son los problemas y los posibles escollos?
• ¿Cómo resolvemos los conflictos y cómo los enfrentamos?
• ¿Cómo logramos abordar los problemas y las soluciones de manera oportuna?
• ¿Cómo transmitimos las habilidades, los conocimientos y las herramientas a los demás?
Para que un gerente de proyectos logre ser exitoso debe tener una alta tolerancia a la ambigüedad, una buena comprensión de trabajo de los principios de gestión, conocimiento de las habilidades y destrezas de las personas, identificación clara de los objetivos de la organización, y la madurez para tratar de manera abierta la resolución de problemas en un ambiente de respeto y puertas abiertas con los involucrados en el proyecto.
Por lo tanto, la gestión de proyectos es una forma de centrarse en actividades que implican muchas tareas y plazos, personas y presupuestos. Cabe aclarar que, la gestión de proyectos no promete proyectos exitosos, sino que intenta definir un plan viable, utiliza el plan para documentar la realidad e intenta anticipar problemas o crisis importantes antes de que surjan.
Referencia: US Department of the Interior, Bureau of Land Management